Sobre una tela azul turquesa colocamos unos cuencos de plástico transparente del mismo color y para que tuvieran mas altura hemos pegado algunos por la base (a modo de diábolo ). Presidiendo, un centro de madera y musgo (hecho con una caja de vino pintada de pizarra negra, una esponja para flores y musgo artificial donde clavamos unos tubos de papel pintados con la misma pintura de la caja), a modo de jardín eólico unos molinillos de cartulina en turquesa y verde (para ello solo necesitamos unos cuadrados de cartulina de distintos colores y tamaños, unas chinchetas y palios o pajitas para pincharlos) y dispersos por la mesa unos pequeños muñecos de galletas maría que andaban por ahí, para contrastar un poco coloque bombones en platos blancos a juego con nuestras iniciales en madera y ya está, solo falta rellenar los cuencos y platos con tus chuches favoritas. Ah! se me olvidaba, también clave en el centro unas margaritas de gominolas para que luego se llevaran los niños.
Lo peor es que se me olvidó hacer fotos del resultado final.