jueves, 14 de enero de 2016

Segunda oportunidad con chalk paint para una vieja silla.

Cuando algo se pone de moda , como en este caso la pintura de pizarra, suele ser porque es sencillo de utilizar y el resultado es bueno. Ya había probado varias veces esta pintura, en tela para decorar cojines y bolsas , sobre madera reutilizando cajas de vino...pero en este caso el proyecto era un poco mayor, teníamos una silla que iba camino de la basura ya que no podía quitar las chinchetas que sujetaban la tapicería y llevarla a un profesional tenia un coste que superaba con creces el valor del mueble , pero su aspecto era muy anticuado así que no tenia mucho que perder. Una amiga me comento que había usado la pintura de pizarra en tapicerías así que decidí probar.
Con un color crema de la marca Fleur dí dos capas de pintura tanto a la madera como a la tela dejando secar unas horas entre una y otra. Para darle un sutil tono de color pinte con un pincel fino en azul claro las chinchetas del asiento y una sencilla estrella en el pequeño respaldo. Es una pintura muy fácil de usar que no necesita ninguna preparación previa, ni lijado, ni imprimacion. Hay que señalar que es una silla decorativa mas que de uso normal, esta colocada en una habitación de invitados para dejar la ropa o el bolso a mano. El resultado salta a la vista, por poco coste y un trabajo muy sencillo este pequeño auxiliar tiene una segunda oportunidad.