jueves, 8 de diciembre de 2016

Ciudades desconocidas . Melilla.

Bien es cierto que no es una ciudad que tengamos a mano para hacer una escapada en coche, pero tanto en barco como en avión nos encontramos al otro lado del charco con un pedacito de España en Africa. Un precioso enclave que los medios se empeñan en sacar solo para mostrar su cara mas oscura, pero Melilla es mucho más que una valla, es modernismo, es mezcla de cultura y religiones, es depositaria de una historia reciente de nuestro país, es su gente y sus playas, es un sol brillante en un cielo azul...
Melilla amanece con los sonidos de la llamada a oración de la comunidad musulmana, la corneta que acompaña al izado de bandera en la céntrica comandancia militar, un villancico en las campanas del palacio de la Asamblea y gaviotas, muchas gaviotas que graznan mientras sobrevuelan sus doce kilómetros cuadrados.
Cada vez que nos ha visitado alguien de la península, como aquí se llama a los que vienen del continente, se han vuelto sorprendidos pero cautivados por el encanto de esta ciudad de una gran una vida cultural a la que se accede con facilidad por precio y disponibilidad, teatro, conciertos, cursos y seminarios, conferencias, actividades deportivas, exposiciones, museos gratuitos , bonitas y cuidadas playas... La ciudad vieja enclavada en la roca donde Pedro de Estopiñán, contable de la casa de Medina Sidonia, allá por el siglo XV se asienta con una pequeña comunidad, se yergue orgullosa frente al mar y a cuyos pies ha crecido una modernista y moderna Melilla orgullosa de su original personalidad.
Tanto por ver, tanto por disfrutar ...sin lugar a dudas bien merece una visita.