miércoles, 7 de mayo de 2014

Ikebana

Si hay algo que me gusta de los centros de ikebana es su sencillez, pero no nos engañemos pues cada hoja y cada flor tienen una posición y un tamaño determinado . Hace unos años empecé a hacer cursos de arreglos florales y los que más me llamaron la atención fueron los de origen japonés , en ellos hay una máxima que debemos aprender "menos es más" algo difícil de asimilar para los europeos acostumbrados a hacer centros con abundancia de flores y muy compactos según afirmaba nuestra profesora japonesa.
En el primer y más sencillo nivel llamado Moribana utilizamos un recipiente plano , un kenzan (pequeña pieza de plomo con pinchos para sustentar el centro) , varias ramas y flores principales y otras pequeñas que harán de acompañamiento.
Los tallos de las flores se deben cortar dentro de un recipiente con agua y con el tallo en diagonal.
La primera rama medirá lo mismo que la suma del ancho y el alto del florero , la segunda tres cuartas partes de la anterior y las flores centrales la mitad que la primera, de esta manera el arreglo floral queda perfectamente proporcionado, por último completaremos con las pequeñas flores para dar el toque final.
Los centros de ikebana son muy elegantes  pero hay que tener en cuenta que tienen una posición concreta  y no es lo mismo verlos desde cualquier ángulo, y , por otro lado, no son adecuados para regalar ya que su transporte es complicado pues van realizados directamente en agua. Aquí os deja una pequeña muestra, en una próxima entrada detallaré los materiales y como hacerlo paso a paso.





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