viernes, 28 de febrero de 2014

Pasta de aceitunas

En el mes de noviembre una amiga me trajo unas aceitunas estupendas de un olivar de Jaén que yo , he de confesar , aliñé y conseguí destrozar, de sabor no estaban mal , pero eso de quitarles el amargor se me dio francamente mal, unas quedaron con un regusto amargo al final que no hubo manera de quitar y otras me salieron buenas pero con una textura blandengue nada apetecible.
 ¿ Por qué os cuento éste desastre culinario? Pues bien, porque creo que de todo se aprende (para el próximo año seguro que sale mejor ) y porque casi todo se puede "reciclar". Las primeras se fueron irremediablemente a la basura, con gran dolor por destrozar el regalo y por mi orgullo, pero las otras han tenido una segunda oportunidad y se han convertido en una pasta de aceitunas tipo tapenade (salvando las distancias). Como el problema era que habían quedado blandas separé las aceitunas de los huesos (eran machacadas lo que facilitaba la labor) y las pasé por la batidora pero no mucho para que quedaran trocitos y se viera lo que eran ...así que ahora tengo una pasta de aceitunas para poner con el queso, en ensaladas, canapés...



No hay comentarios:

Publicar un comentario